La enorme riqueza de los
recursos marinos de la costa norte de Galicia nunca ha pasado desapercibida
para los amantes de la buena mesa y de la buena comida.
La leyenda es antigua.
El Atlántico es un mar
generoso y ha tenido su merecido reflejo en la enorme multitud de platos que
tienen como base fundamental los extraordinarios productos obtenidos con las inteligentes
artes de pesca tradicionales.
Galicia está en la memoria
histórica del mundo occidental de Europa por ser el destino de peregrinación
hacia el santuario del Apóstol Santiago en busca de indulgencias.
Hasta no hace mucho tiempo -antes
de que el vértigo de la velocidad digital haya sido capaz de acercarnos a cualquier lugar- también era
conocida la costumbre, algo más mundana, de acudir a las costas gallegas con la
llegada del buen tiempo en busca de sus merecidamente afamados productos del
mar.
Casi un viaje de iniciación
en busca de una deliciosa experiencia.
Cuando recuerdo el paraíso
cercano de las Rías Gallegas me viene a la memoria cierta familia sevillana,
aficionada y practicante al buen comer, que todos los veranos al completo
dedicaban parte de sus vacaciones a estas tierras.
Con la llegada del buen
tiempo iniciaban su peregrinación hacia Corcubión, aparte de las correspondientes
indulgencias del Patrón de España, volvían con el recuerdo de los sabores de
Galicia en la memoria.
En nuestros días los
pescados y mariscos de la costa gallega siguen considerándose el paradigma del
buen comer español, la imagen de la pesca en los puertos y lonjas de este
litoral se encuentra más que reconocida en la iconografía popular.
El enorme avance de la
ciencia en nuestro entorno cotidiano ha permitido que gracias a medios de transportes
rápidos y eficaces, una buena parte de los productos del mar se puedan
disfrutar en cualquier parte de la geografía española.
Si a esta agradable
situación sumamos la posibilidad de acceder desde nuestro teléfono/tableta/ordenador
las posibilidades aumentan de forma considerable.
Fresco y del Mar es sin duda
un referente.
Desde el extraordinario
enclave de Cee una empresa de vanguardia, Fair Fishery From Galicia S.L. nos acerca
de forma fácil y cómoda los mejores productos del mar, de la Costa
Da Morte, entre las rías de Muros y Cedeira.
Todo un recorrido por la extraordinaria pesca del litoral del norte de Galicia.
Pero hay algo más.
Fresco Y Del Mar tiene un
compromiso responsable con el entorno natural, garantizando una selección de
productos procedentes de la pesca artesanal tradicional sostenible.
Una inquietud bienvenida que
tiene como objeto preservar la enorme riqueza de los fondos marinos de este
litoral y poder mantener una actividad que se pierde en la memoria del tiempo.
Abrimos la lonja.
Los mariscos. Están todos
los que son y son todos los que están.
Moluscos. Los de concha, uno de los grandes referentes del
marisco gallego.
Berberechos,
vivos que hacen las delicias de los paltos de invierno.
La concha fina y la sabrosa almeja
de la ría de Noia.
Por supuesto los más que reconocidos
mejillones.
Su cultivo en bateas es todo
un referente del buen hacer de la industria pesquera sostenible.
Las navajas y sus parientes
los longueirones
de un tamaño algo mayor, injustamente apartados de la fama mediática de sus
primas.
Las ostras salvajes y de
criadero.
No debemos olvidarnos de la sepia,
una joya de la gastronomía, ni de su pariente el pulpo con una reconocida
y justificada leyenda muy vinculada a
las tierras gallegas.
Los Crustáceos, posiblemente
uno de los productos más afamados de las costas gallegas.
Con solo nombrarlos es
suficiente.
Centollas, nécoras,
percebes
y erizos
de mar.
Pero esto es solo una parte, hay que completar nuestra lonja con los nada desdeñables pescados del litoral gallego, a pesar de estar algo eclipsados por la fama mediática de sus mariscos.
La lista es amplia y
fecunda, con solo nombralos se nos vienen a la memoria recuerdos del repertorio
tradicional de la cocina del mar.
Diríamos que algunos son
casi imprescindibles en la buena mesa.
Hay donde elegir.
Para el horno y la plancha, guisos
de marmita marineros, conservas, adobos, ceviches, marinados, ahumados y
cuantas más cosas se nos vayan ocurriendo.
Algunos clásicos que necesitan
un buen fuego fuerte en horno o al carbón.
La lubina de captura
salvaje, la caballa, salmonetes, rodaballo y su
interesante pariente menor el curuxo.
El abadejo, un primo cercano
del conocido bacalao.
Un interesante pescado
blanco de muy buen sabor lleno de proteínas, bastante conocido en muchas cocinas
del litoral y Argentina, que se deja cocinar de muchas formas como su pariente.
Este pescado abundante es la
base fundamental para la elaboración del surimi. Una interesante conserva de origen japonés
que se remonta al año 1.000.
El Congrio imprescindible en
los guisos marineros de la memoria.
El pez de San Pedro, también
conocido en parte de Cantabria como San Martin y en el sur y litoral mediterráneo
como gallo
o gallo-pedro.
Desde el repertorio de la
cocina popular de pescadores este interesante pescado de carne blanca muy
sabrosa, está recién llegado al mundo mediático de los gourmets con merecido
reconocimiento.
El sargo, tan desconocido
como sabroso, que no desmerece en guisos prestados de sus parientes más
ilustres como el besugo, la dorada o el pargo.
No faltan los grandes
conocidos en las mesas del diario, rape, merluzas y sardinas.
Ya solo queda dejaros que vosotros
mismos podáis disfrutar de este privilegio.
Os recomiendo este viaje
iniciático en busca de esa antigua leyenda que asegura que donde está el fin de
la tierra comienza el paraíso.
Solo añadir que Fresco y del
Mar dispone de una logística perfectamente organizada para poder disfrutar de
esta riqueza gastronómica con todo su esplendor.
El enlace.
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