De nuevo hablamos de una
ensalada, de una especialmente fácil de preparar que sirve de acompañamiento a
cualquier comida.
Las lechugas son un gran aliado para la salud en nuestra alimentación cotidiana, deben ser parte de nuestra dieta de forma prácticamente continua.
No solo supone beneficiarnos
de sus muchas propiedades saludables, es además un complemento perfecto para sacar el mayor partido a las propiedades nutricionales de nuestros alimentos.
La ventaja principal de
las lechugas es su abundancia en agua y fibra, teniendo además un aporte
importante de vitamina A, un potente antioxidante, y algo de vitamina C.
Otra característica saludable
de esta hortaliza es el contenido en beta-caroteno, que curiosamente es mucho
mayor en proporción en las hojas más verdes.
De ahí la costumbre antigua
en muchas casas de tomar solo la parte verde de las hojas.
En la variedad denominada
Iceberg todas estas características están algo más matizadas.
Como curiosidad saber que la
lechuga se consume desde la antigüedad, vinculada a climas templados.
Tiene una savia con
propiedades relajantes, incluso recomendable como inductor del sueño.
En Egipto y otras culturas
antiguas se consideraba a la lechuga un estimulante sexual.
Esta leyenda ancestral ha
tenido su explicación recientemente, al descubrir que los alcaloides que
contiene su savia, en cantidades muy moderadas, pueden llegar a producir este efecto.
Sin embargo en cantidades mayores son un eficaz ansiolítico.
Sin embargo en cantidades mayores son un eficaz ansiolítico.
De nuevo nuestra comida cotidiana
es un catalizador para nuestra salud y calidad de vida.
Vosotros mismos podéis
decidir la cantidad que queréis tomar.
En esta ocasión vamos a
utilizar la variedad conocida como cogollo.
Es una lechuga de pequeño
tamaño con un sabor intenso y hojas apretadas, pariente de la variedad de lechuga
conocida como romana.
Existe una denominación de
origen reconocida de esta variedad de lechuga en la ciudad navarra de Tudela,
aunque en la actualidad se cultivan por casi todas las vegas fértiles de producción
de hortalizas.
Delantal
Tenemos que lavar muy bien
nuestras lechugas en agua clara.
Ya hemos comentado que las
ensaladas tienen que estar hechas en el último momento, ya que las lechugas por
su alto contenido en agua se marchitan con facilidad y pierden, no solo su buen
aspecto, también muchas de las propiedades beneficiosas.
Yo os aconsejo mantenerlas
en agua hasta el último momento, y aliñarlas justo antes de servirlas,
procurando que estén bien secas.
Aplicar
el aceite al final para permitir que los otros ingredientes impregnen nuestra
verdura.
Cortamos los cogollos en
gajos de tamaño regular sin dejar que se suelten del tallo.
Los dejamos en agua con un
poco de sal.
Ahora hacemos la vinagreta.
En un mortero machacamos algunos
granos de pimienta negra y algún fruto seco, yo tengo predilección por las avellanas
tostadas.
Añadimos aceite, vinagre,
mostaza,sal y algo de miel de calidad, mezclamos muy bien y dejamos macerar un tiempo.
Este tipo de ensalada tiene
la ventaja de que se aliña en el momento de consumirla, lo cual nos permite
tenerla en nuestra mesa perfectamente fresca.
Para ello os aconsejo distribuir
los cogollos cortados y bien escurridos en una fuente amplia alrededor de un
bol con el aliño colocando en el centro.
Podéis aderezar los cogollos
con algo de sal y limón de forma suave.
The End.
Es un perfecto acompañamiento
para cualquier comida.
Será un complemento
saludable que nos permite disfrutar de una buena ensalada de forma sencilla.
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