Una comida muy conocida, todo un tópico del fast food, con todas sus
contradicciones.
Se trata de una comida
de cierto interés, no debemos menospreciar la enorme divulgación de esta forma
de comer, exportada a todo el mundo con el
star system norteamericano.
Esta receta requiere un poco de nuestro tiempo, debemos
dedicarle algo de atención para descubrir que se trata de una reliquia
gastronómica del pasado, que ha llegado a nuestros días y se ha adaptado a
nuestra forma de vida.
Como su propio nombre indica la hamburguesa es una comida alemana.
Pero su origen es mucho más antiguo, se pierda más allá de la
Edad Media.
Se trata de una costumbre que introducen los pueblos de Mongolia en su avance hacia Europa, y que llega a Alemania con la invasión de los Tártaros.
La hamburguesa es evidentemente una pariente cercana del
mítico Steak Tartar.
Y del conocido
como filete ruso, que curiosamente
también viene de Hamburgo.
Pero la leyenda es aún más extensa.
Parece ser que ya los romanos tomaban carne
picada de vacuno macerada con piñones y vino sobre una especie de pan sencillo.
El nombre actual proviene efectivamente de Hamburgo y llega a
Estados Unidos con la fuerte inmigración hacia Norteamérica a finales del siglo XIX.
Existen referencias en esta ciudad alemana de un restaurante llamado Delmonico´s Restaurant, que la
ofrecía en su carta allá por el año 1.834.
Aun hoy en día existe una comida similar en esta ciudad
conocida como Frikadelle.
Esta comida es exportada al Nuevo Mundo con el nombre de filete estadounidense al estilo de Hamburgo,
recogida por el chef Louis Lassen de Connecticud, el cual, siguiendo con algo de
leyenda, la aprendió de unos marineros de esta ciudad, que posiblemente andaban añorando algo de buena carne después de la travesía atlántica.
Para los curiosos empedernidos y los amantes de la historia de la cocina contaros que este restaurante aun sigue abierto hoy en día con el nombre de Louis Lunch.
Para los curiosos empedernidos y los amantes de la historia de la cocina contaros que este restaurante aun sigue abierto hoy en día con el nombre de Louis Lunch.
Un pariente cercano de la hamburguesa, conocido en España como Filete Ruso, también es exportado desde Alemania al Nuevo Mundo con el nombre de Hamburger Steak y conocido en Inglaterra con el nombre de Salisbury Steak.
La diferencia entre ambas comidas consiste básicamente en que la carne picada del filete ruso se cocina rebozada y frita.
Pero es en Norteamérica donde se consolida la deriva de la hamburguesa hacia una forma de comer
práctica y rápida que permite tomarla mientras se hacen otras cosas.
La idea de consumir esta carne ya triturada, lo cual permite
multitud de ingredientes adicionales, entre un pan blando es genuinamente americana.
La Hamburguesa es en definitiva una comida de feria.
Hay multitud de referencias, no faltas de polémica, sobre su origen allá por el año 1.885, desde Wisconsin a Ohaio.
Hay multitud de referencias, no faltas de polémica, sobre su origen allá por el año 1.885, desde Wisconsin a Ohaio.
Lo cierto es que en la Feria Mundial de San Louis de 1.904 la hamburguesa ya existía
prácticamente tal como hoy la conocemos.
En el año 1.921 surge la primera empresa dedicada a la venta de
hamburguesas en Wichita, la White Castle,
preparadas incluso para tomarlas en el coche.
Esta empresa aun existe hoy en dia y es bastante conocida, aunque este eclipsada por otras mas recientes con gran difusión mediática.
Esta empresa aun existe hoy en dia y es bastante conocida, aunque este eclipsada por otras mas recientes con gran difusión mediática.
El resto de la historia seguro que la conocéis todos.
La hamburguesa americana es sin duda la comida que acompaño el
fugaz desarrollo que consolidó este país y su cultura en apenas cincuenta años.
Mientras dejamos a nuestra imaginación culinaria adentrarse
en el tiempo vamos a preparar una sencilla hamburguesa en nuestra casa.
La hamburguesa tiene multitud de formas de hacerse, en su
deriva ha tenido incluso mestizajes con comidas de otras culturas, pero una de
las características más importante es la carne con la que se elabora, que debe
ser en todo caso de una buena calidad.
Normalmente las hamburguesas se elaboran con carne de vacuno. Algo de buey y ternera, incluida parte de su propia grasa para darle una
textura agradable.
Al estar su carne picada y macerada permite añadir algún otro
ingrediente, como cebolla, especies y
algo de huevo para aglutinarla, aunque en realidad teniendo como base una buena
carne, casi todo sobra.
Voy a contaros una receta muy clásica, una hamburguesa de
restaurante de comida rápida, con algún divertimento en su elaboración para
hacerla más agradable.
Delantal.
Lo más importante es seleccionar una buena carne, algo de
buey que podéis mezclar con ternera.
Para los que les resulte un sabor
demasiado intenso se puede añadir carne de cerdo.
Normalmente se pueden encargar a nuestro carnicero pero
también podéis picarla en casa con una procesadora.
Se puede añadir un poco de cebolla, algo de pimienta, incluso
una yema de huevo para que se traben bien los ingredientes.
Hacemos una masa uniforme y dejamos un tiempo en reposo en frío tapada.
Existe cierta creatividad en este proceso, se pueden probar
otra serie de aditivos en esta maceración para conseguir contrastes de sabor.
Desde picantes para acercarse a la comida mejicana, como
otras especies cercanas a la comida árabe. Comino, o nuez moscada, incluso algo
de vino…
Necesitamos una superficie de trabajo limpia, hacemos partes
proporcionadas de la carne y vamos formando las hamburguesas de un tamaño
regular.
Con una copa de boca pequeña separamos un orificio central de la carne
y dejamos un hueco que nos servirá para cocinar un huevo en su interior.
Cortamos una cebolla en aros no muy gruesos y dejamos macerar
con zumo de limón.
Cortamos también un tomate en rodajas lo más finas posibles.
Necesitamos una sartén amplia o una plancha bien caliente con
aceite en su fondo.
Vamos asando las hamburguesas por uno de sus lados, un poco
de cuidado para no deshacer su forma.
Cuando estén listas les dais la vuelta, podéis usar uno de
los sobrantes como testigo para comprobar el punto exacto de la carne.
Ahora añadimos un huevo en el interior de cada hamburguesa,
podéis quitar parte de la clara para que no se extienda demasiado.
Añadimos también algunos aros de cebolla y alguna rodaja de
tomate.
Cuando veamos que está bien cocinada la clara le damos la
vuelta con cuidado de no romper el huevo.
Una vez sellada la yema y cocinada la
cebolla volvemos a darle la vuelta.
Es el momento de rematar nuestra comida con una loncha de
queso de tipo graso.
Distribuimos en nuestros platos con cuidado cuando el queso este
algo fundido.
The End.
Es una comida inmediata que se puede acompañar con una
cerveza o con el tradicional refresco de cola.
Y por supuesto con algunas patatas fritas.
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