Otra receta rápida, casi un trampa, hecha con algún resto, concretamente de masa de hojaldre, de esa que
siempre sobra.
Una forma práctica y
agradable de aprovecharla.
Extendemos nuestro resto de
masa de hojaldre con una forma regular alargada, que no resulte muy grueso.
Buscamos por nuestro frigorífico
algún tipo de fiambre, como jamón de york, a ser posible dulce.
Lo colocamos de forma
regular, cubrimos con algo de queso con proporción de materia grasa y
rematamos con algo dulce, como miel o mermelada.
En realidad se puede hacer casi con cualquier cosa que os guste, aunque conviene que los ingredientes tengan un sabor suave, para que contraste con el dulce de la confitura.
Enrollamos con un poco de
cuidado recortando los bordes para mejorar su aspecto.
Colocamos en el horno fuerte.
Vigilamos para que la masa
adquiera su punto de cocción adecuado, sin que llegue a quemarse.
Dejamos enfriar y cortamos
de forma regular.
Conviene que este algo frío para que pueda cortarse con facilidad y después dejarlo que se temple a
temperatura ambiente.
Es una forma sencilla y
agradable de empezar una comida.
Cualquier vino le puede ir
bien.
Probar con un Jerez seco.
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