Vamos a hablar de una comida
antigua, casi tanto como el hombre.
El cocido, también llamado
puchero.
No es difícil suponer que la
necesidad de cocinar los alimentos crudos para reblandecerlos y aromatizarlos
diera lugar al simple hecho de cocerlos en agua.
Este es el origen arcaico
del cocido, surgió a la vez que la alfarería.
Desde ese incierto origen
esta comida ha evolucionado, pero quizás no tanto. De hecho hasta hace prácticamente
una generación ha formado parte de la dieta cotidiana de muchos hogares, sobre todo
en España y parte de Francia.
En realidad el cocido es quizás
la comida española más universal, es la exportación más extendida de todas.
Deriva de la conocida Olla
Podrida del siglo de Oro, una comida ejemplar y completa, parte de proteínas y
grasas con las carnes, legumbres y verduras.
http://www.alpujarradelasierra.es |
En España hay casi tantos tipos
de cocido como hogares. Se realiza con todo lo que haya a mano.
Normalmente se trata de una
comida reconstituyente de invierno, a juzgar por las verduras con las que
tradicionalmente se ha ejecutado, zanahorias, col y nabos.
Hoy en día el cocido se hace
con cualquier cosa, aunque se reconocen algunos estándares asociados a lugares y sus ingredientes tradicionales, como el madrileño, el asturiano, el pote gallego, la
escudella catalana, el de levante y el puchero andaluz.
Pero no vamos a hablar de cómo
hacer un cocido, cada uno tiene su forma de hacerlo.
EMBLEMÁTICO COCIDO MADRILEÑO DE LHARDY |
Se puede reconocer una base común
compuesta por carne y huesos de ternera, de pollo, gallina o pavo, tocino, algo
de morcilla o chorizo, legumbres, normalmente garbanzos y verduras, como col,
calabaza, habichuelas, nabos, puerros…
El cocido suele ser una
comida abundante, no es extraño que sobre, por eso vamos a ver qué podemos
hacer con nuestro cocido, que sea digno de tan espléndida comida.
Vamos a hacer un arroz.
Es una comida que no
olvidareis, y que es capaz de reunir todos los matices de sabor de nuestro
cocido.
Delantal.
Ante todo debemos tener los
ingredientes de nuestro guiso separados, es decir, por un lado el caldo con los
garbanzos y las verduras, y de otro lado la carne y el tocino.
Se trata de una comida de
sabor intenso, normalmente contundente por la materia que la compone, por tanto
es conveniente añadir alguna verdura sueltiza que tengamos por nuestro frigorífico.
En esta ocasión aprovecharemos
los tallos de unos champiñones.
Para realizar este plato
vamos a usar nuestra ya conocida paellera, aunque no es imprescindible, también
podemos usar una cazuela de barro, con atención a los tiempos ya que al ser un
material refractario la cocción se prolonga sutilmente un tiempo.
Colocamos la paella al fuego
para calentar el metal, añadimos el tocino y la grasa del cocido, junto con
algo de aceite, añadimos dos o tres ajos machacados junto con algo de sal.
Una vez ligeramente dorados
añadimos un poco de cebolla muy picada.
Dejamos dorar ligeramente
removiendo de vez en cuando, añadimos las verduras troceadas, la carne que tengamos y finalmente un
tomate rallado, o cortado menudo.
Debemos poner el caldo de
nuestro cocido y las legumbres y verduras que pueda contener a calentar hasta
llevar a ebullición. Tenerlo cerca de la paella.
Debemos tener paciencia y
dejar cocinar a fuego moderado, notaremos que los ingredientes se van cocinando
quedando una mezcla homogénea.
Es el momento de añadir el
arroz, dejamos que vaya tostándose suavemente hasta que adquiera una textura
transparente.
En ese momento añadimos el
caldo muy caliente y distribuimos con suavidad.
Ya hablamos de las
proporciones que deben de ser el doble de volumen de caldo que de arroz.
Cocinamos
a fugo fuerte unos 10 minutos y otros cinco minutos a fuego moderado.
Trascurrido ese tiempo
reposo de entre 5 a 10 minutos tapado con un papel de cocinar.
Este proceso es siempre el mismo
cuando queráis hacer un arroz de este tipo, independientemente de los ingredientes.
Este tipo de arroz admite
colocar durante el tiempo de reposo unas rodajas de tomate crudo sobre él.
El aprovechamiento de los
restos de cocido para elaborar este tipo de arroces es típico del levante español.
Existen algunos muy
conocidos tradicionales como el arroz al horno, o el arroz con costra, una capa
de huevo batido que remata la cocción también en el horno, típico de la ciudad de Elche.
En algunas ocasiones este
arroz se puede acompañar de una curiosa salsa elaborada con el caldo del cocido
colado, añadiendo tomate hervido, normalmente en el mismo cocido, perejil y ajo
muy picado.
Calentarla justo antes de servir el arroz, durante el tiempo de reposo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario