sábado, 21 de enero de 2017

Un “Tagin” Exprés.





Hemos estado hablando bastante a menudo de la deliciosa comida marroquí y del Magreb.
Ya contamos algo de sus delicados matices de sabor, gracias a la oportuna influencia de la comida andalusí traída desde Damasco por la refinada corte cordobesa de los Omeya.
Tampoco hemos pasado por alto que la esencia de su preparación es intuitiva y que resulta difícil de trascribir de forma exacta.

Pero esta extraordinaria comida no debe intimidar a los cocineros, ni a los interesados en comer bien. 
En ningún caso debemos pensar que no seamos capaces de  elaborar este plato tradicional con todo su esplendor.







Con esta receta vamos a aprender un poco más de la esencia de la cocina tradicional magrebí y llevarla a nuestras cocinas domesticas para poder disfrutarla en su plenitud.
Nada mejor para esta pequeña lección que cocinar uno de los platos más sabrosos y conocidos.
El tagin de pollo.

El tagin, o tajín es una manera de cocinar los alimentos de forma muy sencilla que aprovecha todas sus características saludables.
Su nombre hace referencia al cacharro donde se suele cocinar.

Una cazuela cerámica con una tapadera de forma cónica que mediante un calor constante permite que los alimentos se cocinen en su interior con su propio jugo sin aporte de líquidos.
El recorrido cíclico del vapor, que al subir hacia la tapadera vuelve a caer hacia la base, consigue la cocción perfecta de nuestros alimentos.





Esta sencilla alquimia permite además aromatizar y condimentar nuestra comida de forma muy eficaz.
Esta es la esencia del tagin, en el que se puede cocinar casi cualquier cosa. Aves de corral, caza, carnes, pescados, verduras y casi todo lo que se os ocurra.

Pero aunque no renunciéis a probar la cocina de este artilugio prodigioso en esta ocasión vamos a utilizar un pequeño truco doméstico.

Es la oportunidad para volver a recurrir a una vieja conocida de este blog, la olla exprés. Y es precisamente esta receta una de las que nos va a permitir apreciar su capacidad para la cocción.
La forma de cocción de la olla exprés tiene mucho en común con el tagin. En ambos artilugios aprovechamos al máximo las características de nuestros alimentos y sus aderezos, el calor constante en la atmósfera cerrada sin que llegue a hervir garantiza unos resultados de sabor difícilmente igualables.

Uno de los secretos del tagin es seleccionar las especies y acompañamientos más adecuados para nuestra comida, las posibilidades son muchas y todas acertadas.
Con solo nombrar algunas es suficiente para entendernos.
Las verduras con comino para los pescados, el tomate algo picante para las carnes picadas y maceradas, o los membrillos y canela para las carnes recias como el cabrito entre otros.

Nuestro tagin requiere de pocos ingredientes, como imprescindible un buen pollo a ser posible de crianza natural o lo más parecido posible.
Como siempre os comento merece la pena el esfuerzo de localizar algún ave que tenga una vida saludable, no solo ayudaremos a tener un mundo algo mejor, además  apreciaremos unos sabores perdidos en el tiempo que nos sorprenderán.
El acompañamiento del tagin de pollo es sencillo, cebolla abundante, algunos frutos secos como pasas, ciruelas secas o dátiles.





Las especies son bastante importantes normalmente admite bastantes pero yo voy a recomendaros las tradicionales que no suelen faltar en la comida marroquí.
Canela, cúrcuma, jengibre, comino, alcaravea, pimentón picante y sal.
Estas son muy comunes, aunque podéis añadir alguna que se os ocurra, incluso recurrir a las mezclas comerciales que podemos encontrar en las secciones de comidas del mundo de muchos establecimientos que siempre debéis curiosear.


Delantal.





Ante todo troceamos el pollo de forma regular quitándole parte de la grasa, os sirve cualquier parte, aunque algunas de ellas son especialmente sabrosas y nos ayudaran al resultado definitivo.

Cortamos la cebolla en trozos regulares, la proporción debe ser abundante como ya hemos dicho, hay que tener en cuenta que la carne debe quedar envuelta por la cebolla.

Vamos a seguir el mismo proceso que ya hicimos en la receta de este blog de Cuscús De Cordero, que consiste en ir añadiendo nuestros ingredientes en capas alternativas sin usar líquido para la cocción, con lo cual se cocinaran en su propio jugo.

La mezcla entre las verduras y la carne aromatizadas con las especias, evitando el punto de ebullición, es el gran secreto de esta deliciosa comida.






Un fondo de aceite en nuestra olla no nos estorba.
Vamos colocando capas de cebolla cubriendo bien el fondo. 
Añadimos los trozos de pollo.




Es el momento de las especies.

En esta ocasión usamos canelacominojengibre, pimentón, guindilla, sal y algo de laurel.

Ahora los frutos secos. Ciruelas, y pasas.

Cubrimos con cebolla y añadimos algo de aceite y de nuevo nuestros condimentos.





Tapamos la olla y dejamos cocinamos a fuego moderado.

No necesitamos mucho tiempo, unos 20 minutos serán suficientes.

Una vez terminada la cocción dejamos reposar y corregimos la textura.

El resultado será una salsa muy aromática algo espesa que envuelve al pollo.
No le estorba a esta comida algo de reposo.




Podemos separar algo de la salsa y añadir algún condimento como guindilla para reforzar su sabor.

Uno de los mejores acompañamientos para un tagin puede ser la sémola.

Ya estuvimos contando que hoy en día podemos encontrar con bastante facilidad sémola de trigo que viene vaporizada y necesita muy poca cocción.
Normalmente basta con disolverla en caldo caliente y dejarla reposar moviendo de forma abundante.
Conviene vigilar las proporciones para que el resultados sea perfecto Normalmente viene indicadas en el envoltorio, suele ser la misma cantidad de líquido que de sémola.
Lo más fácil es usar una misma medida para ambas cosas.




Hay que añadir algo de aceite o mantequilla para que los granos estén sueltos y dejarla tapada para que no pierda humedad.

Ya tenemos nuestra comida lista.
Es importante servirla templada para poder apreciar los sabores.


The End.






Alguna verdura salteada, como cardos o habichuelas verdes, puede sustituir a la sémola.
Estoy seguro de que esta sencilla comida os sorprenderá y no pasará inadvertida a vuestros invitados.



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