Esta conocida comida del
interesante recetario tradicional de las Islas Baleares es otra de las muchas manifestaciones
de la habilidad de la cocina popular mediterránea para cocinar las hortalizas.
El tumbet es un pariente cercano de muchos platos que
tienen entre sus ingredientes los productos de los huertos caseros que a lo
largo del verano inundan nuestras cocinas.
La lista es tan extensa como
tentadora.
Las comidas están en la
memoria de todos los conocedores de las recetas tradicionales.
Los pistos manchegos, la ratatouille
provenzal, la caponata siciliana, o el imán bayildi de Turquía entre otros.
Ya hemos estado hablando de
algunos de estos platos en este blog, y de uno de sus ingredientes más peculiar,
la berenjena, fundamental en la musaca de Grecia.
Es también obligada la
referencia a una popular película que llego a convencernos de que cualquiera puede cocinar.
La Ratatouille es además una
magnifica receta directamente emparentada con nuestro tumbet.
El tumbet mallorquin es una comida que aprovecha la frescura de los
excedentes de las huertas, este es uno de sus secretos.
Una alquimia simple.
La acertada unión entre los sabores de la berenjena, el pimiento y la patata, se dejan seducir por el ligero matiz agridulce del tomate frito.
La acertada unión entre los sabores de la berenjena, el pimiento y la patata, se dejan seducir por el ligero matiz agridulce del tomate frito.
Pero detrás de esta
sencillez existe algún secreto en su elaboración que suele ser común a otras
recetas cercanas al tumbet.
Los ingredientes de la receta tradicional ya están contados. La berenjena, algún pimiento para freír, patatas y tomate frito.
La proporción puede variar
según vuestras preferencias, por daros alguna idea a mí me parece que el sabor
de la berenjena debe predominar, el pimiento más sutil y la patata nos sirve de
para enlazar nuestros ingredientes.
El tomate frito abundante,
ya estuvimos contando como hacerlo de forma fácil en la receta de tomate frito sencillo.
En todo caso, algo de ajo, aceite, el tomate sin pepitas y el azúcar que necesite para corregir la acidez.
Delantal.
El pequeño secreto del tumbet radica en la secuencia en la
preparación de los distintos ingredientes que se tienen que cocinar por
separado, como es el caso del magistral pisto manchego.
Es algo laborioso pero nada
que no compense para disfrutar de este suculento plato que mejora con el
reposo.
Lo primero lavar las
berenjenas y macerarlas para retirar el jugo amargo.
Como siempre decimos
partirlas en rodajas grandes se impregnan de sal gruesa y se dejan escurrir con
paciencia.
Empezamos con el pimiento
que tiene un sabor más marcado.
Normalmente el tumbet se
elabora friendo los ingredientes en aceite abundante, en esta ocasión vamos
a reducir la cantidad de aceite y procurar cocinar las hortalizas aprovechando
su propio jugo, lo que nos va a aligerar las calorías de este plato sin dejar
de apreciar los interesantes sabores que lo caracterizan.
Sobre un fondo de
aceite freímos los pimientos partidos en tiras. Ya os he dicho alguna vez que
no estorban si quedan algunas semillas.
El pimiento a elegir es
importante.
Normalmente en Mallorca se
suelen usar unos pimientos de tamaño pequeño bastante dulces que pueden
resultar ligeramente picantes.
Los freímos con paciencia
deben quedar algo crujientes.
Los retiramos.
Mientras se fríen los
pimientos hemos pelado las patatas y cortadas en rodajas, dejando enjuagar para
retirar el almidón.
Una vez escurridas las
freímos en el mismo aceite de los pimientos, también con cierta paciencia y
procurando que se queden bien selladas por todas partes.
Algo crujientes por
fuera y bien cocinadas por dentro.
El proceso continua con otra
preparación paralela.
En otra sartén con aceite vamos asando las berenjenas bien escurridas.
Se pueden enharinar
previamente para que resulten más crujientes.
Ya casi está terminado.
Una vez tengamos nuestros
ingredientes los unimos con cierto orden.
Podemos usar un cacharro refractario
para poder terminar en el horno.
Vamos distribuyendo capas
sucesivas de cada hortaliza, normalmente la berenjena será más abundante la colocamos
en el fondo y vamos alternando sucesivamente el resto de ingredientes.
Se cubre todo con tomate
frito.
Os aconsejo usar la sal en
el último momento.
The End.
El tumbet tiene muchas posibilidades, se puede tomar solo o bien
acompañando tanto a carnes como a pescados.
Y por supuesto del
reconocido huevo frito tan popular en España.
Sera difícil que en
cualquier restaurante, bar o casa de comidas de Mallorca no nos traigan algo de
tumbet acompañando a cualquier plato,
incluso a temperatura ambiente, sin calentar.
Normalmente si lo tomamos
solo, o con su huevo frito compañero, se cocina directamente en la cazuela,
pero si el tumbet llega junto a otra
comida estará cocinado en el horno.
En este caso está permitida
alguna creatividad en forma de condimento. Albahaca, orégano, ajo, perejil…
Algo de pan frito lo
acompañara muy bien.
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