lunes, 15 de septiembre de 2014

Un "Antipasti".





Esta es una de esas comidas que seguro os va a gustar bastante y que incluiréis en vuestro repertorio de lucimiento.

Es algo enormemente simple, un juego sencillo lleno de múltiples accesorios y combinaciones que os va a permitir entrar de lleno en el ámbito de la buena comida.

Es además una comida adecuada para iniciados y precoces en la cocina, que os dará seguridad para adentraros en algunas profundidades más consistentes.

En realidad se trata de un preámbulo a nuestras comidas, aunque también es la elección ideal para una reunión algo informal.

Su propio nombre nos lo está contando.


Para los que tengáis la costumbre de usar las lenguas latinas es una palabra italiana -lo que viene antes de la pasta- Nada más claro.
El antipasti efectivamente hace referencia, en el lenguaje de la hostelería italiana tan extendido por todo el mundo, a la comida que se come antes de las comidas.

Incluye todo tipo de conservas, embutidos, quesos, salazones, pequeños bocaditos fríos y calientes.
Todo un repertorio de comidas algo ligeras y sencillas que sirven de preámbulo y preparación de nuestros sentidos para la liturgia de la mesa.

Una costumbre muy extendida por los países del clima templado del Mediterráneo, donde la abundancia de las cosechas desde la antigüedad ha propiciado una dedicación especial al tiempo de la comida y todo lo que la rodea.

Para los que aun pensáis que esta sigue siendo una agradable forma de vida os cuento esta receta.


Delantal.





La sencillez de esta comida no desmerece de sus resultados.
Necesitamos una masa para pizza, esta va a ser la base de nuestra comida, podemos optar por comprar prefabricada una de buena calidad.
Los más atrevidos podéis amasarla vosotros mismos. Harina, agua, sal, algo de aceite y un emulsionante, levadura, bicarbonato o gaseosa.





En cualquier caso no es difícil de encontrar, la comida italiana estándar es una de las exportaciones culturales  más importantes de nuestra época.

Ya hemos estado hablando en este blog de que puede tratarse de la comida más común de cualquier restaurante de cualquier parte del mundo. En cualquier rincón al que podamos acudir es fácil que existe una pizzería o una trattoria, y es muy frecuente ver en las cartas de muchos restaurantes referencias continuas a comidas italianas adaptadas a cualquier latitud.

Es conveniente que nuestra masa este a temperatura ambiente. Partimos la masa en porciones triangulares no muy grandes de tamaño regular.

Freímos en abundante aceite caliente nuestros triángulos, es muy rápido, apenas tenemos tiempo de andar entrando, dando vuelta y sacándolos.




Es un proceso muy sencillo, notareis que la masa comienza a dorarse y a hincharse ligeramente, entonces le damos la vuelta y terminamos el otro lado.




Los escurrimos bien nos ayuda la forma geométrica de la masa, ya que el aceite caerá con facilidad por la punta de nuestro triángulo.

Los vamos dejando en un papel absorbente o algún colador para eliminar el aceite sobrante.




El resultado final será una masa algo crujiente con una agradable textura en su interior.

Vamos colocando los trozos ya libres del aceite sobrante en una fuente y sobre nuestra pasta, con el calor que aún mantiene, todo lo que se nos ocurra.

Desde quesos a embutidos, conservas de pescado y verduras, picadillos, salazones, encurtidos, patés, salsas espesas


The End.






Podéis practicar con todo un abanico de posibilidades, sabores y mezclas y contrastes que os sorprenderán sobre el agradable soporte de nuestra masa frita.


Espero que lo disfrutéis.



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