Una comida interesante, se
trata de otra de esas afortunadas uniones entre mar y campo que se recuerdan.
Una receta singular cuya
apariencia sofisticada se corresponde con su excepcional sabor y esconde una
enorme simplicidad.
Su único secreto es la buena calidad de sus ingredientes.
Ni más, ni menos.
Quizás el
paradigma de toda buena comida.
Es conocida la buena
relación existente entre sus tres ingredientes principales. El pimiento rojo,
los productos del mar y el arroz.
Una unión acertada muy
conocida en todo el litoral del levante español, desde Murcia hasta bien
entrada Cataluña.
Los productos de las fértiles
vegas de las huertas del levante llevan muchos años mestizándose con éxito con
los magníficos productos de la pesca del mar mediterráneo.
Se trata sin duda de una
comida tradicional heredada en el tiempo.
No es difícil, con sólo mencionar los
ingredientes, que se nos vengan a la memoria de nuestros sabores recuerdos de
deliciosos arroces.
Esta comida abunda
precisamente en eso.
El intenso sabor, algo dulzón de un pimiento rojo,
mezclado con un buen arroz hecho con productos marineros.
Nada más fácil. Vamos a
cocinar nuestro arroz dentro del pimiento.
Esta comida requiere cierta
habilidad, es conveniente dominar la alquimia del arroz, unas reglas sencillas
entre tiempos de cocción y proporciones de caldo, que en esta ocasión necesita
un poco más de atención.
Delantal.
Necesitamos unos pimientos
rojos de un tamaño no muy grande.
Algunos productos del mar, nada especial, en realidad esta comida se puede hacer con casi
cualquier cosa, yo recuerdo incluso que se utilizaban restos.
Si es importante que sean
variados para llegar a algunos matices de sabor, que se van a potenciar, como
todos los arroces, con el correspondiente caldo de pescado.
Un fumet sencillo de esos que siempre deben
andar por nuestros frigoríficos.
Falta por añadir alguna verdura
más para acompañar al resto de ingredientes y suavizar su intenso sabor.
En esta voy a cocinar esta
comida con cosas simples, incluso utilizando alimentos en conserva, aunque se
merece otros ingredientes más seleccionados, cualquiera de entre los pescados y
mariscos que tengamos a nuestro alcance.
Ya hemos hablado de este
interesante producto que procede de la cocina tradicional ancestral de Japón y que desde
hace unos años forma parte habitual de nuestras comidas.
Como siempre os recuerdo que
uséis alguno de buena calidad, la diferencia es importante en el resultado.
En otras recetas os contaré cosas interesantes que podemos hacer con esta conserva y puedan reconciliarla con los cocineros con prejuicios.
Justo lo mismo que me ocurrió a mi.
Utilizaremos también un calabacín,
que resulta una verdura muy adecuada para cocinar con el arroz, al tener un
sabor muy suave y la capacidad de absorber los distintos sabores del resto de
ingredientes.
Resulta curioso que el calabacín,
que contiene una parte importante de sodio, el suficiente para poder cocinarlo prácticamente
sin sal, es quizás la razón de que sea capaz de mestizarse a la perfección con
los productos del mar.
Primero lavamos bien los
pimientos y los vaciamos de las semillas, con cuidado de abrir una apertura por
el tallo que nos servirá de tapadera, puede ser práctico no desprenderla del
todo. Los reservamos.
Ahora troceamos la verdura en
trozos regulares pequeños.
Hacemos lo mismo con el
surimi.
En una sartén con un fondo
de aceite añadimos los calabacines y dejamos cocinar a fuego suave,
cuando notemos que estén algo blandos, no necesita demasiado tiempo, añadimos algún
tomate
rallado.
Añadimos entonces el arroz y
tostamos ligeramente.
La proporción es importante,
necesitaremos como ½ taza de café para cada pimiento.
Como siempre algo de azafrán
y un poco de laurel.
Después de un ligero reposo
añadimos los trozos de surimi, los berberechos y el atún con cuidado de que no
siga cocinándose.
Es el momento del relleno, mezclamos muy bien nuestros ingredientes, rellenamos solo algo más de la mitad de los pimientos ya que durante la cocción el arroz aumentará de volumen.
Es el momento del relleno, mezclamos muy bien nuestros ingredientes, rellenamos solo algo más de la mitad de los pimientos ya que durante la cocción el arroz aumentará de volumen.
Ahora viene la preparación del
arroz.
Impregnamos los pimientos
con algo de aceite y los colocamos en una cazuela con tapadera con un fondo del
fumet
de pescado, no hace falta cubrirlos por completo, al estar tapados la cocción
se hará al vapor.
Dejamos cocinar en torno a 10 minutos,
dando la vuelta con cuidado unas 4 veces.
Como consejo practico
podemos apoyar la tapadera de los pimientos sobre las paredes de nuestra
cazuela para que no se salga el relleno.
Mientras encenderemos el
horno fuerte.
Una vez terminada nuestra cocción
distribuimos nuestros pimientos en una fuente refractaria, conviene hacerlo con
cuidado ya que su aspecto será el resultado de nuestra comida.
Horneamos en torno a 10/15
minutos conviene darles la vuelta al menos una vez.
Necesitan un ligero reposos, el justo para que se enfríen un poco.
Necesitan un ligero reposos, el justo para que se enfríen un poco.
The End.
Como siempre decimos el arroz se trata de una comida inmediata que requiere nuestra atención, pero merece la pena este ligero esfuerzo.
He utilizado deliberadamente
un relleno algo anodino.
Esta comida admite cierta
creatividad en sus ingredientes, tantas combinaciones como vuestra imaginación,
vuestro apetito y vuestra despensa os sugieran.
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