En esta ocasión os hablo de una comida realmente especial, es quizás una de mis favoritas.
La sorprendente combinación
de sus sencillos ingredientes da como resultado una sofisticada crema con unos matices de
sabor insospechados, aunque aparentemente su ingrediente principal, la patata,
no supone que vayamos a encontrarnos con nada extraordinario.
Este sencillo tubérculo nos
llegó de América, desde el siglo XVIII pasó a formar parte de la base de
alimentación de masas en sustitución de los cereales, gracias no solo a su
facilidad de cultivo, también por el aporte de carbohidratos y algunos
minerales.
Hoy en día sigue
constituyendo una base importante de nuestra alimentación, resulta difícil encontrar
a alguien a quien no le gusten las patatas.
Este sencillo ingrediente es
la base de la preparación de esta crema que no os dejara indiferentes, debéis
tenerla en cuenta en vuestros agasajos y ocasiones especiales, por eso la he
clasificado en el capítulo de Las Grandes Comidas de este blog.
Delantal.
Necesitamos unas patas nuevas de tamaño medio grande,
procurar seleccionarlas proporcionadas y de buen aspecto. Un poco de cebolla y algo de crema o leche evaporada.
El sabor de la segunda resulta algo mas ligero y sutil, aunque sirven ambas cosas.
El sabor de la segunda resulta algo mas ligero y sutil, aunque sirven ambas cosas.
Es importante lavar muy bien
las patatas porque las vamos a usar en la presentación de nuestra comida.
Empezamos por vaciar la
patata dejando una capa gruesa entorno a la piel, vamos reservando el interior
para elaborar nuestra crema.
En una cazuela honda
sofreímos sobre un poco de aceite la cebolla cortada menuda, añadimos el
interior de las patatas, una parte de la crema y completamos con a gua hasta
cubrir el contenido.
Ahora añadimos nuez moscada
y pimienta, también algo de sal.
Estas dos especies son bastante importantes para el resultado final.
Estas dos especies son bastante importantes para el resultado final.
Dejamos cocer a fuego medio durante al menos media hora, procurando que las patatas queden bien cocidas.
Dejamos reposar y que se
enfríe una vez frio añadimos el resto de crema.
Trituramos con una procesadora potente debe de quedar una textura algo espesa.
Trituramos con una procesadora potente debe de quedar una textura algo espesa.
Reservamos.
Mientras enfriamos la crema
buscamos unos huevos, una por cada patata, separamos las yemas de las
claras.
Guardamos las yemas para la crema.
Guardamos las yemas para la crema.
Una vez frías montamos las
claras con una pizca de sal y reservamos.
En el momento de servir
encendemos el horno fuerte rellenamos las patatas con la crema procurando
recortar bien la abertura.
Una vez organizadas
calentamos en el horno a fuego medio.
Lo justo para que la yema se cueza ligeramente con el calor y las claras resulten algo doradas.
Lo justo para que la yema se cueza ligeramente con el calor y las claras resulten algo doradas.
Es el momento de servir nuestra magnifica comida.
Es una comida inmediata
aunque es conveniente tener la crema preparada con antelación, mejora con algo
de reposo.
La forma de servirla es algo
superflua, una manera de dar la importancia que se merece esta sofisticada
comida.
Evidentemente también podéis
hacerla pelando directamente las patatas siguiendo el mismo proceso y servidas
directamente sobre nuestro recipiente con algo de yema de huevo cocido en
trozos pequeños.
Es una forma perfecta de iniciar cualquier comida, sobre todo una comida especial.
Eres el amo de las patatas, eres mi dios, patateame, patateame fuerte como tu ya sabeh
ResponderEliminarEstoy convencido de que el sentido del humor es un ingrediente indispensable de la felicidad y también de nuestras comidas.
EliminarNo cabe duda de que en tu caso es abundante. ¡Que fortuna! Bon appétit.