PIRATES Aardmand Animation |
Este es un artilugio con
nombre de juguete.
Nada más alejado de la
realidad, se trata de un artefacto casi imprescindible en nuestras cocinas.
Es bien sabido que uno de
los grandes secretos de una buena cocina es la preparación de los alimentos,
para ello es muy importante disponer de un menaje adecuado.
No hace falta nada
especialmente sofisticado, pero si hay algo realmente importante en una cocina
es un cuchillo o una tijera bien afilados.
Esto es algo que en
ocasiones no resulta fácil, el saber mantener nuestros cuchillos perfectamente
preparados es casi una ciencia.
Hay multitud de artilugios específicos
para esta tarea, aunque no todos son prácticos.
Yo tengo la suerte de vivir
cerca de una de las mejores cuchillerías de mi ciudad.
Muchas veces miro sus
escaparates que, para este aficionado a la cocina, despiertan la misma fascinación
que a Audrey Hepburn los escaparates de Tiffany's.
Audrey Hepburn desayunando en Tiffany's Blake Edwards. Paramount Pictures. 1.961 |
Un día que llevaba mi
instrumental a revisión me contaron que el auténtico secreto de un buen afilado
consiste en el ángulo exacto al que hay que situar la herramienta para afilar,
concretamente entorno a 20º. Aunque era importante el temple del acero de la
hoja y algún que otro parámetro, prácticamente se puede sacar filo de cualquier
instrumento observando esta regla.
A partir de entonces empecé
a utilizar mis utensilios de afilar en esta posición, algo que no siempre
resulta fácil.
Pero siempre hay un día
en que algo nuevo nos es revelado, un punto de inflexión donde una luz de
ciencia nos ilumina y aprendemos algo nuevo que nos abre un campo de entendimiento,
un dato insignificante que completa nuestro puzle.
Eso ocurrió un día que visitando
una de mis ferreterías favoritas alguien estaba comprando un afilador, se trataba
de un artilugio simpático, con una forma simétrica proporcionada, casi un
objeto de adorno.
Cuando el servicial empleado
enseñaba el manejo a mi compañera de mostrador comprendí de repente el ingenio
de esta simple máquina.
Su forma, no era resultado de
un diseño estético. El simple artefacto garantizaba que las hojas de nuestros
utensilios estuvieran siempre a unos 20º con la piedra de afilar que contiene.
Mediante el simple rodamiento
de nuestros cuchillos sobre una superficie plana apenas 5 o 6 veces era más que
suficiente para afilar la herramienta.
Nada más simple, no precisa
otra energía que una pequeña fuerza motriz de nuestra mano sobre el ingenioso
rodillo.
Desconozco el fabricante de
semejante ingenio, solo puedo deciros que es realmente eficaz. Es uno de los
juguetes más versátiles y prácticos de nuestra cocina.
Por si hay alguien interesado
pongo el enlace de la tienda donde lo venden en mi ciudad ya que gracias a los
tiempos modernos que vivimos todos podéis tener acceso a este pequeño invento
prodigioso.
Ya hemos hablados en este blog
de este establecimiento. en El Tiempo dormido.
C/
Entrecárceles Nº 1 y 3
TLF.
034 954223912
Sevilla.
España
Aprovecho para revelaros un pequeño secreto, un viejo truco de hostelería antigua, una simple alquimia que os sorprenderá.
Las hojas aceradas de cuchillos y otros metales se limpian de forma fácil, rápida y eficiente con un trapo suave mojado en ginebra.
Hacer la prueba.
Efectivamente, no sirve de mucho tener un buen cuchillo si no lo cuidamos como es debido. Por más que sea de muy buena calidad, en algún momento necesitan sí o sí pasar por el afilador de cuchillos para que corten siempre perfecto, es algo que no le puede faltar a ningún buen cocinero.
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