Nos atrevemos con otra
comida exótica.
Una comida antigua que se anda cocinando desde no se sabe
cuánto.
La conocida como kefta o también
kofta es una preparación a base de carne picada macerada, que luego se
cocina de múltiples formas.
No es difícil imaginar que
para nuestros antepasados supondría una forma inteligente y fácil de preparar
la carne que obtenían de la caza y de sus corrales.
Es en definitiva una manera
de consumir proteínas aprovechando cualquier carne que al ir triturada y
macerada acaba siendo una buena comida.
Este debió ser sin duda el
origen de este plato diverso, que se cocina desde el norte de África, a Europa central, los
Balcanes, Turquía, Asia e India.
La kefta consiste
básicamente en la elaboración de una especie de porciones de carne picada,
normalmente de cordero o de vacuno, aliñada con especies diversas, algo de
cebolla y huevo, aunque en ocasiones puede mezclarse con arroz, o con bulgur.
En India es muy común prepararlas incluso con verduras y pescado.
En India es muy común prepararlas incluso con verduras y pescado.
Esta preparación puede tener, en el mundo árabe mediterráneo, una forma cilíndrica en pequeñas porciones o en ocasiones con forma alargada.
Una vez preparada y macerada la carne se puede cocinar de múltiples formas, desde la básica colocación sobre unas brasas, a freírlas, o al vapor, incluso crudas marinadas.
Una vez cocinadas pueden
acompañarse de todo tipo de salsas especiadas.
Las posibilidades que ofrece
esta comida de prepararla son proporcionales a nuestra imaginación.
En esta ocasión vamos a
curiosear una conocida receta de Marruecos, kefta de carne con una salsa de
tomate picante.
Delantal
Primero tenemos que elaborar
las bolitas de carne picada, en realidad se pueden hacer de cualquier carne
pero yo os sugiero utilizar cordero, o bien mezclarlo con algo de carne de
ternera.
Lo más fácil es que vuestro
carnicero os lo prepare, podéis seleccionar algo de carne magra, para el caso
del cordero podéis pedir que os deshuesen una pierna para después picarla.
Tenemos que macerar la
carne, es un proceso importante para el resultado final de nuestra comida, os
aconsejo algo de cebolla muy picada, algunas especies como comino, nuez
moscada, pimienta negra y algo de limón.
En algunas ocasiones se
puede agregar algo de leche o un yogur cuando notemos que la carne no va a
resultar muy jugosa.
Debemos dejarla reposar un
tiempo.
La carne puede estar
cocinada antes de guisarse con la salsa, hay varias formas de hacerlo.
La más práctica es freírlas
en un fondo de aceite, aunque también podéis probar hacerlas al vapor, que van
a resultar más sabrosas.
Hay incluso ocasiones en que
se pueden cocinar crudas directamente sobre la salsa.
Ahora vamos a preparar
nuestra salsa picante.
Necesitamos un poco de pan
algo duro, unos tres dientes de ajos cortados en láminas. También algo de
almendra picada, o cualquier fruto seco que tengáis cerca.
Estos ingredientes se
sofríen sobre un fondo de aceite. Retiramos y reservamos en un mortero.
Añadimos la cebolla cortada,
si es preciso se añade algo más de aceite, damos algunas vueltas y ponemos las
guindillas.
Esta es una comida que debe
resultar algo picante, vosotros mismos decidís el nivel que más os guste.
Podemos añadir alguna
especie mas, como pimienta, comino, nuez moscada y jengibre rallado. También
podéis utilizar algo de pimentón.
Cuando la cebolla este
reblandecida y forme una pasta suave añadimos el tomate.
También podéis utilizar una
conserva de buena calidad, as ser posible tomate entero natural que tiene menos
aditivos que el triturado.
No es difícil de encontrarla
bastante buena, incluidas las marcas blancas.
Este plato requiere, en su
país de origen, la participación de un concentrado de tomate que le aporta un
sabor especial.
Aunque no es imprescindible
os sorprenderá el matiz de sabor. Hoy en día se puede encontrar fácilmente en
comercios genéricos en la sección de comidas del mundo.
Cuando este el tomate ya
algo cocido y bien mezclado con el resto de ingredientes añadimos la carne de
forma ordenada.
Dejamos cocinar a fuego
lento durante bastante tiempo. Como unos 40 minutos.
Es muy importante cocinar
este tipo de comidas con paciencia. Requieren algo de tiempo, son de alguna
forma contrarias a nuestra prisa cotidiana.
Os aconsejo un fuego suave y
haceros con un reloj de cocina que os permita despreocuparos de vuestra comida.
Notaremos que está terminada
por el aroma y porque el tomate se ha concentrado entorno a la carne y ha perdido su color anaranjado
para dar paso a un rojo más oscuro e intenso.
The End.
Podéis acompañar esta comida con arroz blanco, nos ayudara a matizar el intenso sabor de esta salsa.
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