Esta ensalada puede ser el
complemento habitual en una comida de diario. Encaja con casi todo.
Una lechuga, según vuestras preferencias,
normal una de tipo iceberg o unos cogollos.
Un poco de cebolleta fresca,
algún tomate del que solo usaremos el jugo.
Hay muchas preferencias respecto al
tomate en las ensaladas, yo soy partidario de que no siempre es adecuado, sin
embargo aprecio mucho su jugo en la vinagreta.
Para la vinagreta, muy
simple, algo de aceite y de vinagre, siempre el balsámico aporta algún matiz a
esta ensalada tan simple, un poco del jugo del tomate y un poco de mostaza y pimienta negra recién molida.
Cortamos y lavamos la
lechuga, la cebolleta y añadimos algo de sal y después la vinagreta bien
batida.
Mejor que los ingredientes estén
algo frescos.
La lechuga tiende a marchitarse si la cortamos con demasiada antelación,
hay un truco sencillo, mantenerla en agua cortada hasta el último momento
The End
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