martes, 3 de septiembre de 2013

Alcachofas Con "Gulas"




Esta es una comida que se hace con dos comidas ya hechas.
Quiero decir que es una receta para los iniciados en la cocina, que empiezan a intentar saber qué es eso de preparar su propia comida, y que además resulte buena.
No pocas recetas estupendas tienen como base multitud de platos precocinados, conservas y semiconservas. La cuestión es saber elegir la calidad, basada fundamentalmente en la naturaleza de los ingredientes.
Ya sabéis que para muchos cocineros la comida se empieza a preparar en el mercado. 
Algo de razón hay.


Bueno, pues esta comida lleva dos ingredientes ya cocinados, ambos de bastante calidad, sobre todo uno de ellos. Las alcachofas.
Las alcachofas, otra simpleza increíble, un cardo de aspecto anodino que nos ofrece un fruto extraordinario.
Su cultivo es muy antiguo proveniente de la cuenca del Mediterráneo, de hecho es una planta casi silvestre, podemos pasar por su lado sin apenas mirarla, tiene multitud de parientes, aún más sencillos en la mayoría de los campos.
Parece ser que deriva del cardo borriquero común, que tras su cultivo prolongado en el tiempo ha dado lugar a la alcachofera.







Sus ventajas, muchísimas, no solo el aporte de fibra, su parte importante de sales minerales y vitaminas. Además este fruto tiene una serie de componentes que son un prodigio para la salud.
Desde limitar la absorción de grasas en el intestino, a favorecer la función del hígado, así como un potente diurético.
Al igual que su pariente silvestre el cardo, esta planta es un potenciador del cuajo de la leche para la elaboración de quesos, los llamados quesos de flor.
Para los aficionados a lo rustico, es posible que alguna vez hayáis visto una cardo de alcachofas en flor. Ya entonces es posible adivinar su extraordinaria calidad de sabor, textura, versatilidad y propiedades beneficiosas. 
Puede resultar una de las flores más bonitas que se pueden ver. Desde una forma perfectamente geométrica de un color elegante verde pardo aparecen los estambres de un azul matizado intenso.




De hecho en Mallorca hay una especie de cardo que se cultiva de forma ornamental. Se trata de una variedad de alcachofa de tamaño pequeño y sabor dulce que paso, desde antiguo, a formar parte de los jardines.
Es además una planta anual que no necesita resembrarse vuelve a brotar con todo su esplendor después de su sueño invernal.

En esta ocasión vamos a tomar unas alcachofas que vienen preparadas para su consumo, ya elaboradas desde los puntos de recogida. Es lo que en alimentación se llama quinta gama. (V gama) Es decir un producto elaborado desde su misma recogida, preparado y envasado para consumir directamente en nuestras casas.
Se trata de alcachofas ya peladas y cocidas conservadas en aceite y sal, sin otros conservantes. 
Las que voy a utilizar están elaboradas concretamente en Cantillana, en la vega del río Guadalquivir.



Alcachofas Pino SL . Cantillana. Sevilla
https://www.facebook.com/alcachofaspinocantillana


Nuestro otro ingrediente, las conocidas como gulas.
Es un preparado a base de proteínas de pescado y vegetales, sal, tinta de calamar, aceite y otros componentes naturales.
Se trata de una comida que lleva en nuestros mercados no demasiado tiempo, unos quince años, y que surge como un sucedáneo de las angulas, tanto de aspecto como de sabor.
Fue precisamente creado por una empresa del norte de España que se dedicaba a la comercialización de las angulas, y ante la inminente escasez de este frágil pescado se empezó a plantear la creación de un sucedáneo de calidad.
Pero ha ido ganado terreno, no solo por la abundante y acertada publicidad, también por su precio y un reconocido valor alimenticio que aúna unas características bastante saludables con unos resultados satisfactorios en nuestras cazuelas.
También tiene sus detractores, a los habituales a la comida fundamentalmente natural  nos cuesta trabajo utilizar esta clase de productos. En mi caso, reconozco sus méritos y que algunos platos preparados con las gulas están bastante bien. Este es uno de ellos.

Delantal.




Necesitamos unos dientes de ajo, como tres o cuatro.




Sacamos las gulas de su envoltorio, las colocamos en un escurridor y removemos para que se queden sueltas.
Sobre un fondo de aceite sofreímos los ajos cortados en láminas, no demasiado, entonces añadimos las gulas y dejamos hacer lentamente.



Cortamos las alcachofas en cuatro trozos suelen ser bastante tiernas, hay que hacerlo con cuidado.
Cuando las gulas estén algo hechas añadimos las alcachofas y removemos con cuidado con un utensilio suave, añadimos algo de vino blanco seco, pimienta y un toque muy suave de pimentón, preferiblemente picante, pero apenas nada.



Dejamos al fuego moderado hasta que las alcachofas estén algo doradas sin que se deshagan. Tenemos que mezclar muy bien.
La sal con moderación, ambos ingredientes la tienen en su elaboración.
Aunque estamos usando dos comidas que ya están cocinadas, si utilizamos este orden al cocinar los ingredientes conseguiremos que las alcachofas no se desmenucen y queden enteras.
Podéis prepararlo con antelación, permite recalentarlo.
Es un plato que podemos tomar como entrante para una cena. Aunque también resulta agradable a medio día, acompañado por unos pimientos del piquillo con un aliño suave.

The End.




Cualquier vino ira bien. Un blanco por el ligero sabor a pescado y un tinto por el contraste de sabor de las alcachofas.




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