lunes, 21 de marzo de 2016

Bacalao A La Levantina De Liguria.




De nuevo recurrimos al bacalao, y no será la última vez.

Ya hemos contado muchas cosas de este sabroso pescado que lleva entre nosotros más de mil años formando parte de la comida cotidiana de toda el área meridional mediterránea.

El bacalao un éxito siempre. Su fama está más que justificada. 

Sus propiedades alimenticias como fuente de proteínas, su facilidad de conservación gracias a las antiguas técnicas de salazón, su versatilidad en la cocina y la enorme calidad de su carne y su sabor le ha llevado a formar parte indispensable de la cocina popular y a entrar con todo su esplendor en las grandes cocinas sofisticadas.

Su vinculación a las comidas propias del tiempo de Cuaresma de la religión católica ha creado además todo un  recetario de un enorme interés.

Se podría decir que los guisos de bacalao forman parte de la cultura ancestral de muchos pueblos. 

Pero nuestra receta, a pesar de su nombre, no pertenece al interesante repertorio de la cocina del levante español, Se trata de una comida italiana de la región de Liguria.





El conocido como bacalao a la levantina que se cocina en la costa oriental española tiene una elaboración algo diferente que nos dará lugar a otro encuentro.

Ya hemos estado hablando de las interesantes comidas de esta zona italiana y de su mestizaje con la también reconocida cocina provenzal.
La receta de los macarrones con aceitunas nos daba pistas de las posibilidades de la cocina con aceitunas, una cierta rareza de bastante interés a la que podemos añadir el bacalao a la levantina.

Los ingredientes son bastante sencillos.




El bacalao es el protagonista.
Podemos usarlo fresco o conservado en sal, con la precaución de desalarlo en agua clara durante 24 horas con cambios periódicos.
Una imagen cotidiana propia de la liturgia de la Cuaresma.

Acompañan al bacalao algunas hortalizas.
Una cebolla, ajos y una salsa de tomate que haremos según tengamos costumbre.
En todo caso no resulta difícil, tomates maduros, algo de cebolla, ajo, zanahoria y un poco de paciencia.

En este blog encontrareis una bastante agradable. Salsa de tomate.

Y por supuesto las aceitunas.

Conviene elegir alguna aceituna de buena calidad preferiblemente negras o moradas.
Como ya hemos comentado esta variedad de aceituna se madura en el árbol y es la idónea para condimentos a base de aceite, acompañado de pimentón, orégano o tomillo.

No será difícil de encontrarla procedente de Andalucía, levante o la propia Liguria, donde la variedad denominada Taggiasca es bastante común para cocinar.

En esta ocasión usaremos unas aceitunas negras de la variedad hojiblanca encurtidas con orégano y tomillo procedentes de Andalucía.


Delantal.






Esta es una comida que tiene su ceremonia, hay que desalar el bacalao con cierta antelación, como ya hemos dicho no menos de 24 horas.

También tenemos que tener cocinada nuestra salsa de tomate.
Algún buen tomate maduro que junto con alguna verdura nos permita preparar una salsa suave.

Esta es una comida bastante rápida que permite conservarse en caliente y no le va mal algo de reposo.




Empezamos salteando el bacalao. 

En una sartén amplia sobre un fondo de aceite.
Conviene cortarlo en trozos grandes, vamos sellándolo por sus dos lados con algo de delicadeza para que no se deshaga,  dejando para el final la parte de la piel.
No necesita demasiado tiempo porque terminaremos su cocción con el tomate.
Apartamos y reservamos.




Sobre el mismo fondo con algo más de aceite salteamos algún diente de ajo y la cebolla partida en gajos.
Debemos tener paciencia, un fuego suave y una tapadera harán que la cebolla vaya dorándose sin llegar a quemarse.

Cuando la cebolla esté en su punto añadimos el bacalao y dejamos que se mezclen los sabores y que la cebolla envuelva al bacalao que ira tomando un tono dorado al cocinarse.




Es el momento de añadir la salsa de tomate y dejar cocinar a fuego suave, llegara un momento en que el aroma en nuestra cocina nos indica que el plato está listo.
Corregimos la sal.




Añadimos las aceitunas cortadas al final para evitar que lleguen a producir un cierto sabor amargo.

No es extraño que se le añada algo de azúcar para envolver el sabor algo ácido del tomate y matizar el dulzor de la cebolla.
Un poco de pimienta negra molida unirá estos sabores de forma impecable.


The End.





Espero que disfrutéis de estos sabores del mediterráneo.


Podéis acompañar esta comida con alguna patata cocida y de algún vino blanco agradable.



2 comentarios: