De nuevo hablamos de una
comida saludable, en esta ocasión especialmente beneficiosa para nuestra salud.
El brócoli, una interesante
verdura de otoño, es posiblemente una de las hortalizas que reúne un mayor número
de ventajas para nuestro organismo.
Se trata sin duda del paradigma
de la alimentación sana.
Está emparentado con otras
tantas hortalizas de las llamadas de invierno,
la col, la coliflor, y la conocida como la col de Bruselas.
Toda una familia con
inmensas propiedades beneficiosas para una alimentación sana y equilibrada.
Pero es quizás el brócoli el
que destaca de entre sus parientes por sus especiales aportaciones a nuestro
bienestar.
Tiene una cantidad
apreciable de vitamina C, aparte de nutrientes que suponen
beneficios para nuestro sistema inmunológico, que nos protege de forma
eficaz contra virus y bacterias.
Pero es además anticancerígeno,
como han demostrado las últimas investigaciones, su consumo refuerza la reparación
del ADN de nuestras células y aumenta la
posibilidad de neutralizar el crecimiento de células enfermas.
Sin olvidarnos del
considerable aporte de fibra vegetal.
Vamos a ver qué podemos hacer
con un ingrediente tan sano.
El brócoli es una verdura
antigua, se la conoce desde los tiempos de Roma, y está fundamentalmente vinculada a la
cocina italiana.
Normalmente el brócoli se
cocina cocido junto con alguna otra hortaliza como las patatas y aliñado con una
vinagreta y en ocasiones condimentado con pimentón.
En la actualidad también se
suele tomar crudo como aperitivo, resultado del mestizaje con costumbres de la
cocina oriental.
Es precisamente la variedad conocida como el brócoli chino la más cultivada en el mundo.
Es precisamente la variedad conocida como el brócoli chino la más cultivada en el mundo.
Lo que resulta curioso saber
es que la forma de preparación de esta verdura es importante para lograr
aprovechar todas las ventajas.
El proceso de hervido en
agua disminuye de forma considerable el aporte de nutrientes del brócoli, cosa
que no ocurre si utilizamos un método de cocción al vapor.
Ya hemos estado hablando en
este blog de la importancia de la cocina al vapor para obtener, no solo las propiedades saludables de nuestros
alimentos, también todos los matices de sabores naturales de los mismos.
Hay también otras formas adecuadas
de cocinarlos, como saltearlos ligeramente sobre un fondo de una grasa vegetal.
Delantal.
Los brócolis son verduras de
temporada, las empezamos a ver en nuestros mercados cuándo va llegando el
otoño.
Buscaremos una fresca de
buen aspecto.
Para esta comida no tenemos
que partirlo, solo desprendemos el tronco, dejando al cabeza entera, de tal forma que la podamos
apoyar sobre su base.
Preparamos nuestro artilugio
para cocinar al vapor., en realidad sirve cualquier colador que se coloque sobre
al fuete de calor y se pueda tapar.
Necesita bastante tiempo
porque tiene que quedar bien cocido, aunque debe permanecer terso y entero.
Para un brócoli de tamaño
medio necesitamos en torno a ½ hora de cocción.
Como siempre probar con algún
pequeño artilugio antes de dar por terminado el proceso.
Ahora tenemos que rellenar
nuestra verdura, existen bastantes alternativas, yo voy a contaros una que
suelo hacer pero podéis comprobar que es fácil tener una cierta creatividad en la
mezcla de los ingredientes.
Vamos encendiendo el horno.
Nuestro relleno debe ser
algo fluido para que pueda penetrar por los huecos de la verdura.
Usaremos dos huevos batidos,
algo de leche o crema, algún fruto seco, como piñones o almendras, incluso ambas cosas,un poco de
ajo y tomate rallado.
Batimos bien todos los
ingredientes, es conveniente utilizar una procesadora.
Para aglutinarlos
utilizaremos pan rallado y por ultimo sazonamos con sal y pimienta negra molida.
Colocamos el brócoli con el
tallo hacia arriba en un molde refractario en el que se quede sujeto, con
cuidado vamos rellenando los huecos de la verdura, nos ayudamos con unos golpes
ligeros para que quede bien cubierto.
Reservamos algo de esta masa
para cubrir después la verdura.
Colocamos en el horno a
fuego medio hasta que cuaje la mezcla, no necesita mucho tiempo, en torno a 20 minutos.
Una vez horneado le damos la vuelta sobre una bandeja de servir refractaria.
Cubrimos con el resto de la
masa reservada y volvemos a hornear esta vez con la parte alta del horno.
Dejamos hasta que resulte
algo dorado.
The End.
Esta es también una comida
inmediata, aunque resulta agradable algo frío.
Sera un magnifico entrante
con alguna ensalada, pero también resulta interesante para acompañar a otra
comida.
El intenso sabor del brócoli,
que le da bastante personalidad - al igual que sus parientes- no es apreciado
por todo el mundo, pero os vendrá bien para carnes de sabores intensos.
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