miércoles, 25 de diciembre de 2013

Champiñones Rellenos De Ellos Mismos




Esta es una comida tan sencilla como saludable y apetecible.
Los champiñones es una de las variedades de setas comestibles más común.
 
El más conocido es el denominado champiñón de París, que se anda cultivando por el hombre desde finales del siglo XVIII, y que tuvo un gran auge en esa ciudad en los tiempos de Napoleón.



En la actualidad son muy comunes en nuestros mercados durante prácticamente todo el año, ya no se trata de una rareza de temporada.


El champiñón aporta las múltiples ventajas de muchas de las setas.
En el caso concreto de esta variedad destaca su bajo contenido en hidratos de carbono, una proporción importante de agua casi un 90%, lo cual no le impide tener una serie de nutrientes muy ventajosos para nuestro organismo, sobre todo minerales.
El potasio, que lo convierte en un potente diurético natural, con todas las ventajas que supone para nuestro sistema cardiovascular.
Otro de sus minerales interesantes es el selenio que es uno de los mayores antioxidantes.
El aporte de vitaminas del grupo B supone que el champiñón sea valioso para el crecimiento de uñas, cabellos, huesos, la vista y el sistema nervioso.
En general es un potenciador de nuestras defensas.
También se le atribuyen con cierta razón poderes medicinales, al contribuir a la eliminación de metales pesados de nuestro organismo y mejora de la fertilidad.
 
 


En esta ocasión vamos a utilizar champiñones frescos, a ser posible de un tamaño medio grande.
Primero lavarlos bien. Conviene separar la cabeza del tronco de la eflorescencia, donde es normal que tengan aún algo de tierra.
Se corta la parte terrosa y se dejan en agua durante algún tiempo, separados en sus dos partes.

 


 
Delantal
 
 

Esta es una comida de elaboración bastante simple cuya única complicación consiste en tener que prepararla en dos partes y después unirlas para rematar el plato.
Pero nada que no compense la experiencia de saborear su delicioso resultado.
 
Por un lado cocinamos los champiñones que deben estar escurridos y bien secos.
En una sartén bien caliente amplia con un fondo de aceite que puede mezclarse con algo de mantequilla, colocamos los champiñones con la cabeza hacia arriba con el fuego moderado.
Dejamos cocinar sin prisa.
 

Mientras andaremos troceando los troncos de estas setas de forma menuda, haremos lo mismo con una cebolla lo más dulce posible.
Tendremos otra sartén con algo de aceite, añadiremos la cebolla muy picada con algo de ajo, no demasiado, según valoréis a este interesante ingrediente.
Dejamos cocinar sin prisa a fuego lento removiendo de vez en cuando. Cuando notemos que esta cocinado añadimos los champiñones y algo de perejil picado. Dejamos cocinar, añadimos algo de sal y pimienta negra molida.
 
 
Cuando los ingredientes estén cocinados añadimos una cucharada de fécula de maíz disuelta en un vaso pequeño de vino blanco seco, Movemos suavemente hasta que se tueste y conseguir una masa homogénea de buen aspecto.
Reservamos.

Debemos remover con delicadeza la sartén vecina evitando que los champiñones se peguen.
Normalmente estas setas contiene una parte importante de agua que se ira diluyendo con el calor, dando lugar a una salsa que evitara que se tuesten demasiado y que se ira espesando conforme avance la cocción.
Si viéramos que se reseca demasiado podemos tapar la sartén para evitar la evaporación y mantener el jugo.

 


Entonces les damos la vuelta y colocamos la cabeza sobre la sartén dejando el hueco hacia arriba y los iremos rellenando con la preparación anterior con cuidado.
Podemos hacerlo para mayor comodidad sobre una tabla.
Dejamos cocinar algún tiempo hasta que la cabeza de los champiñones este algo dorada.

The End.
 
 

Podéis tener esta comida hecha con antelación y calentarla en el horno.

Esta es una comida perfecta para un entrante de alguna cena, también la podéis utilizar como acompañamiento de alguna carne como el pato.

En realidad es una comida tan versátil que podéis utilizarla con casi todo y en cualquier época.
Si la probáis seguro que la tomareis muchas veces.

 

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