Todo un clásico de la cocina
centroeuropea.
La sopa de col, patatas y
salchichas es una comida sabrosa y contundente,
un guiso popular lleno de sabiduría que aprovecha la cosecha de las llamadas hortalizas de invierno.
Un pariente de los guisos de marmita tradicionales que han enriquecido las cocinas
cotidianas, dando lugar a comidas que han perdurado en el tiempo y que sin duda
fueron la base de la buena alimentación llena de sensatez e inteligencia, capaz de sacar partido a todos los
recursos a su alcance.
Posiblemente esta receta
propia de la estación del frío es un buen ejemplo.
VERDURAS DE INVIERNO http://condislife.com
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Efectivamente, esta sopa
alemana tiene entre sus ingredientes
principales las verduras propias de las huertas de invierno.
La col, el nabo y
las patatas.
Estos interesantes vegetales
se completan con la salchicha y caldo de pollo.
El resultado una comida
completa y equilibrada. Verduras, carbohidratos y proteínas.
Esta receta tiene muchas
versiones, de hecho es bastante popular, no es difícil encontrarla en muchos
recetarios y manuales de cocina doméstica.
Sus ingredientes pueden
variar, pero en ningún caso debemos prescindir de la col y las patatas.
Yo voy a contaros la que
conozco pero admite algunas variaciones que seguro aportan algún matiz interesante.
Como ya hemos contado la
base de esta sopa son las verduras, la col, el nabo acompañados de las patatas.
Estas verduras llamadas de
invierno nos acompañan desde antiguo, es un cultivo propio del centro y norte
de Europa del que se tienen noticias desde la época de dominación romana.
Su cierta facilidad de
cultivo y conservación en climas algo severos, ha permitido que
formen parte de la dieta cotidiana de muchos hogares.
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HACIENDO SALCHICHAS. REINIER DE LA HAYE. 1.680 |
La salchicha es otro de los
ingredientes importantes, normalmente se usa el tipo de salchicha ahumada tan
común en Centroeuropa.
Un embutido antiguo que
permitía aprovechar de forma eficiente la carne, fundamentalmente de cerdo y poder conservarla en las despensas.
Un enorme acierto de la
sabiduría ancestral que lo convirtió en un alimento cotidiano.
Hasta el mismo Leonardo Da
Vinci nos contaba una interesante receta para elaborar las salchichas.
Delantal.
Necesitaremos un repollo
y algún nabo, os aconsejo buscar algunos de cierta calidad ya que su
sabor es determinante.
En algunas ocasiones he
cocinado este plato con coles de Bruselas.
Patatas
jóvenes propias para cocer, buscarlas de piel blanca de tamaño mediano.
La salchicha adecuada para
este plato es la elaborada ahumando la carne, lo que le da un sabor
característico, suelen ser embutidos bastante especiados.
En esta ocasión vamos a
utilizar una salchicha elaborada con cerdo ibérico de la zona oriental de
Sierra Morena en Andalucía, con un aliño de pimienta negra y matalahúva.
Podéis usar cualquier tipo
de embutido de esta clase que os guste, a ser posible con algo de personalidad
en su elaboración.
Las proporciones son
relativas, es importante que predomine el sabor de la col, la patata y el nabo
lo acompañan y ayudan a conseguir la textura exacta.
La salchicha es el
contrapunto a las verduras, no debe ser excesiva pero tampoco escasa.
Tenemos que recordar que las
salchichas son unos embutidos de bastante calidad, si bien tienen un aporte
importante de grasa, las de elaboración algo cuidada suelen tener un equilibrio
razonable en sus ingredientes.
Empezamos partiendo las
verduras y lavándolas bien.
El repollo debe cortarse
bastante fino en trozos no muy grandes para que quede bien trabado.
Hacemos lo mismo con el nabo
y con las patatas.
Podemos añadir media cebolla
cortada fina que nos ayudara a aportar suavidad al resultado.
Necesitamos una
cazuela amplia.
Sobre un fondo
de aceite añadimos la cebolla y dejamos cocinar con
tapadera a fuego medio con paciencia, vigilando que no llegue a quemarse.
Quitamos la tripa de la salchicha
y la partimos en trozos no muy grandes.
Añadimos el embutido a la
cazuela y dejamos cocinar con la cebolla hasta que obtengamos una mezcla
homogénea.
Cuando notemos que la
salchicha ha cocinado su grasa es el momento de las patatas y el nabo.
No le estorba a este guiso
algo de perejil.
Cubrimos con agua
clara abundante y añadimos el repollo.
Podemos condimentar con algo
más de pimienta negra molida y ajustar la sal.
Para paladares más atrevidos
añadimos incluso algo de guindilla, pero no demasiada.
Normalmente esta sopa se complementa con caldo
de pollo que la convierte en un buen reconstituyente, que le da más
consistencia en la textura y en el sabor.
Es el momento de cocinar,
como buen guiso de marmita necesita tiempo.
Es una comida que mejora con
la cocción
lenta y prolongada hasta conseguir la perfecta armonía de sus
ingredientes.
No menos de 1 hora, aunque
podéis seguir hasta conseguir que las verduras se integren en un caldo sabroso.
Hay bastantes versiones de
esta suculenta comida, seguro que conocéis alguna.
No es extraño añadir alguna
otra verdura como habichuelas verdes, o zanahorias.
The End.
Esta es una magnifica comida
de invierno que nos ayudara a comprender la importancia que ha tenido en la
historia una buena alimentación.
Cualquier vino agradable
completara esta sabrosa experiencia.
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