Esto seguro que os suena a todos.
Yo creo que la morcilla es
uno de los embutidos más interesantes, Acompaña al hombre desde la antigüedad.
Ya fue nombrada por Homero
en la Odisea, al parecer es un invento griego. Puede ser que formara parte de la dieta de Ulises.
De cualquier forma, aparte de leyendas, utilizar la sangre de los sacrificios debe tratarse sin duda de una costumbre atávica.
De cualquier forma, aparte de leyendas, utilizar la sangre de los sacrificios debe tratarse sin duda de una costumbre atávica.
En España es reseñada allá
por el siglo XVI por Rupert de Nola en su famoso libro de
cocina.
El libro fue traducido al castellano en Toledo en 1.525 : Libro de Guisados,
manjares y potajes intitulado Libro de cocina.
Posiblemente le primer
manual de cocina, de la península ibérica, ya que hace referencia a la cocina
del reino de Aragón.
Pero, ¿en qué consiste la morcilla?
En realidad se trata básicamente
de un embutido hecho de cerdo, y que contiene, manteca, magro,
cebolla y la sangre coagulada del animal, con una preparación de la tripa
rellena hervida.
Existen una multitud de
variantes según distintos tipos de especias según las costumbres de cada región.
Aunque podamos creer que es
exclusivo del medio rural español. No es difícil asociarlo a la iconografía popular,
con un canasto, un porrón y algo de pan, Curiosamente es un embutido extendido
por todo el mundo, podemos encontrarlo en Europa, siendo uno de los más
antiguos de Francia, en Alemania, Reino Unido, Italia, Portugal y por supuesto
en España, donde existen una multitud de variedades, casi una por región.
Por supuesto también en toda Sudamérica
y hasta en Asia.
Hoy vamos a hablar de la
famosa morcilla de Burgos, que incluye como ingrediente también el
arroz, que se cuece en la tripa con el resto de los ingredientes, y con su
aliño característico, ligeramente picante.
Se puede encontrar en
bastantes comercios especializados,
En la región de origen no es
difícil encontrarla de bastante calidad, sobre todo en el medio rural.
Yo tengo la suerte de tener
un buen amigo de Burgos que suele surtirme de una bastante buena.
Esta morcilla es muy fácil de
cocinar.
En realidad al estar hervida
podría consumirse tal cual, pero yo os voy a decir lo que hago.
Cortamos la morcilla
de Burgos en rodajas algo gruesas sin quitar la piel.
Necesitamos unos pimientos del piquillo. Una conserva de las muchas que encontramos fácilmente.
Cortamos los pimientos escurridos
en tiritas lo más finas posibles.
Sartén con
un toque de aceite, fuego medio, echamos los pimientos, con un toque de ajo
molido.
Cuando veamos que empiezan a
reblandecer añadimos la morcilla. Y asamos, primero por un lado, y luego damos
la vuelta.
Notaremos que empieza a
estar algo más blanda pero no pierde la forma.
The End.
No os olvidéis del pan.
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